martes, 29 de noviembre de 2011

La Guerra

La guerra

La Jornada
Seré curioso. A mediados del año pasado, mientras esta guerra se estaba
incubando, George W. Bush declaró que "debemos estar listos para atacar en
cualquier oscuro rincón del mundo". Irak es, pues, un oscuro rincón del mundo.
¿Creerá Bush que la civilización nació en Texas y que sus compatriotas inventaron
la escritura? ¿Nunca escuchó hablar de la biblioteca de Nínive, ni de la torre de
Babel, ni de los jardines colgantes de Babilonia? ¿No escuchó ni uno solo de los
cuentos de las mil y una noches de Bagdad?
¿Quién lo eligió presidente del planeta? A mí, nadie me llamó a votar en esas
elecciones. ¿Y a ustedes?
¿Elegiríamos a un presidente sordo? ¿A un hombre incapaz de escuchar nada más
que los ecos de su voz? ¿Sordo ante el trueno incesante de millones y millones de
voces que en las calles del mundo están declarando la paz a la guerra?
Ni siquiera ha sido capaz de escuchar el cariñoso consejo de Günter Grass. El
escritor alemán, comprendiendo que Bush tenía necesidad de demostrar algo muy
importante ante su padre, le recomendó que consultara a un sicoanalista en lugar
de bombardear Irak.
En 1898, el presidente William McKinley declaró que Dios le había dado la orden de
quedarse con las islas Filipinas, para civilizar y cristianizar a sus habitantes.
McKinley dijo que habló con Dios mientras caminaba, a medianoche, por los
corredores de la Casa Blanca. Más de un siglo después, el presidente Bush asegura
que Dios está de su lado en la conquista de Irak. ¿A qué hora y en qué lugar recibió
la palabra divina?
¿Y por qué Dios habrá dado órdenes tan contradictorias a Bush y al Papa de Roma?
Se declara la guerra en nombre de la comunidad internacional, que está harta de
guerras. Y, como de costumbre, se declara la guerra en nombre de la paz.
No es por el petróleo, dicen. Pero si Irak produjera rabanitos en lugar de petróleo,
¿a quién se le ocurriría invadir ese país?
Bush, Dick Cheney y la dulce Condoleezza Rice, ¿habrán renunciado realmente a
sus altos empleos en la industria petrolera? ¿Por qué esta manía de Tony Blair
contra el dictador iraquí? ¿No será porque hace 30 años Saddam Hussein
nacionalizó la británica Irak Petroleum Company? ¿Cuántos pozos espera recibir
José María Aznar en el próximo reparto?
La sociedad de consumo, borracha de petróleo, tiene pánico al síndrome de
abstinencia. En Irak, el elixir negro es el menos costoso y, quizá, el más cuantioso.
En una manifestación pacifista, en Nueva York, un cartel pregunta: "¿Por qué el
petróleo nuestro está bajo las arenas de ellos?"
Estados Unidos ha anunciado una larga ocupación militar, después de la victoria.
Sus generales se harán cargo de establecer la democracia en Irak.
¿Será una democracia igual a la que regalaron a Haití, República Dominicana o
Nicaragua? Ocuparon Haití durante 19 años y fundaron un poder militar que
desembocó en la dictadura de Francoise Duvalier. Ocuparon Dominicana durante
nueve años y fundaron la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo. Ocuparon Nicaragua
durante 21 años y fundaron la dictadura de la familia Somoza.
La dinastía de los Somoza, que los marines habían puesto en el trono, duró medio
siglo, hasta que en 1979 fue barrida por la furia popular. Entonces, el presidente
Ronald Reagan montó a caballo y se lanzó a salvar a su país amenazado por la
revolución sandinista.Nicaragua, pobre entre los pobres, tenía, en total, cinco
ascensores y una escalera mecánica, que no funcionaba. Pero Reagan denunciaba
que Nicaragua era un peligro; y mientras él hablaba, la televisión mostraba un
mapa de Estados Unidos tiñéndose de rojo desde el sur, para ilustrar la invasión
inminente. El presidente Bush, ¿le copia los discursos que siembran el pánico?
¿Bush dice Irak donde Reagan decía Nicaragua?
Títulos de los diarios, en los días previos a la guerra: "Estados Unidos está pronto a
resistir el ataque".
Récord de ventas de cintas aislantes, máscaras antigás, píldoras antirradiaciones...
¿Por qué tiene más miedo el verdugo que la víctima? ¿Sólo por este clima de
histeria colectiva? ¿O tiembla porque presiente las consecuencias de sus actos? ¿Y
si el petróleo iraquí incendiara el mundo? ¿No será esta guerra la mejor vitamina
que el terrorismo internacional está necesitando?
Nos dicen que Saddam Hussein alimenta a los fanáticos de Al Qaeda. ¿Un criadero
de cuervos para que le arranquen los ojos? Los fundamentalistas islámicos lo odian.
Es satánico un país donde se ven películas de Hollywood, muchos colegios enseñan
inglés, la mayoría musulmana no impide que los cristianos anden con la cruz al
pecho y no es muy raro ver mujeres con pantalones y blusas audaces.
No hubo ningún iraquí entre los terroristas que voltearon las torres de Nueva York.
Casi todos eran de Arabia Saudita, el mejor cliente de Estados Unidos en el mundo.
También es saudita Bin Laden, ese villano que los satélites persiguen mientras huye
a caballo por el desierto, y que dice presente cada vez que Bush necesita sus
servicios de ogro profesional.
¿Sabía usted que el presidente Dwight D. Eisenhower dijo, en 1953, que la "guerra
preventiva" era un invento de Adolfo Hitler? Afirmó: "Francamente, yo no me
tomaría en serio a nadie que me viniera a proponer una cosa semejante".
Estados Unidos es el país que más armas fabrica y vende en el mundo. Es,
también, la única nación que ha arrojado bombas atómicas contra la población civil.
Y siempre está, por tradición, en guerra contra alguien.
¿Quién amenaza la paz universal? ¿Irak?
¿Irak no respeta las resoluciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU)?
¿Las respeta Bush, que acaba de propinar la más espectacular patada a la legalidad
internacional? ¿Las respeta Israel, país especializado en ignorarlas?
Irak ha desconocido 17 resoluciones de la ONU. Israel, 64. ¿Bombardeará Bush a
su más fiel aliado?
Irak fue arrasado, en 1991, por la guerra de Bush padre, y hambreado por el
bloqueo posterior. ¿Qué armas de destrucción masiva puede esconder este país
masivamente destruido?
Israel, que desde 1967 usurpa tierras palestinas, cuenta con un arsenal de bombas
atómicas que le garantizan la impunidad. Y Pakistán, otro fiel aliado que además es
un notorio nido de terroristas, exhibe sus propias ojivas nucleares. Pero el enemigo
es Irak, porque "podría tener" esas armas. Si las tuviera, como Corea del Norte
proclama que las tiene, ¿se anima-rían a atacarlo?
¿Y las armas químicas y biológicas? ¿Quién vendió a Saddam Hussein las cepas
para fabricar los gases venenosos que asfixiaron a los kurdos, y los helicópteros
para arrojar esos gases? ¿Por qué Bush no muestra los recibos?
En aquellos años, guerra contra Irán, guerra contra los kurdos, ¿era Saddam
menos dictador de lo que es ahora? Hasta Donald Rumsfeld lo visitaba en misión de
amistad. ¿Por qué los kurdos son conmovedores ahora, y antes no? ¿Y por qué sólo
son conmovedores los kurdos de Irak, y no los kurdos mucho más numerosos que
sacrificó Turquía?
Rumsfeld, actual secretario de Defensa, anuncia que su país usará "gases no
letales" contra Irak. ¿Serán gases tan poco letales como esos que Vladimir Putin
usó, el año pasado, en el teatro de Moscú, y que mataron a más de cien rehenes?
Durante unos cuantos días, Naciones Unidas cubrió con una cortina el Guernica de
Picasso, para que esa desagradable escenografía no perturbara los toques de clarín
de Colin Powell.
¿De qué tamaño será la cortina que es-conderá la carnicería de Irak, según la
censura total que el Pentágono ha impuesto a los corresponsales de guerra?
¿Adónde irán las almas de las víctimas iraquíes? Según el reverendo Billy Graham,
asesor religioso del presidente Bush y agrimensor celestial, el paraíso es más bien
chico: mide nada más que mil 500 millas cuadradas. Pocos serán los elegidos.
Adivinanza: ¿Cuál será el país que ha comprado casi todas las entradas?
Y una pregunta final, que pido prestada a John Le Carré:
-¿Van a matar a mucha gente, papá?
- Nadie que conozcas, querido. Sólo extranjeros.

Eduardo Galeano

lunes, 14 de noviembre de 2011

De la Vida y el Hombre.


(IV)
SIN TIEMPO NI ESPACIO.
Solo pido que me entiendas y me comprendas, que no claudiques conmigo ante los fracasos, pues eres mi mayor victoria. Quiero que seas mi escudo, mi armadura y mi montura en este camino escarpado llamado vida.
Perdóname si no estoy en algunos momentos, Pero es que  este amor nunca necesitó de momentos. Este amor va más allá del tiempo-espacio, Se alimenta de ataduras, de alegrías, de coraje y gratitud. Sé que puedo contar contigo y tú conmigo, no hasta uno, ni dos, sino contar contigo.  Porque nuestro camino siempre es compartido,
Los años y Dios te han hecho grande, imprescindible, constante y ante todo madre. Solo te pido que me entiendas y me comprendas, pues hago lo mejor que puedo, con lo que quiero y lo que tengo. Solo pido que entiendas y comprendas lo agradecido que estoy de tener este amor omnipresente.

Sebastián Beltrán Ospino

De la Vida y el Hombre.


(III)
 TINTA NEBULOSA.

Sueño con tormentas esperanzadoras, con lluvias de oportunidades, con tiempos flexibles, con experiencias fortificantes, con pastos más verdes y verdes más vastos. Tierras inexploradas donde el hombre es tiempo y su pensamiento viento. Sueño, por que sé que si no sueño moriré en la monotonía vaga y material de este mundo.
Hoy se nos prohíbe soñar si se quiere triunfar, se nos prohíbe pensar si se quiere hacer,  se nos prohíbe dudar si se quiere perdurar. Sueño  con romper estas ataduras por medio del conocimiento, de la lectura, de las palabras, de sus silabas, de sus letras y de su tinta. Tinta que en cada frase se encorva con mi espíritu, cincelando las angustias de la vida y las derrotas de los días, que hoy no son días sino experiencias, no son amores sino multitudes, no son afectos sino defectos. Qué triste es pensar en estos días, días desolados, fugaces, caracterizados por la soledad, por la inseguridad y la intolerancia.
Los días, las horas, los minutos, los segundos, las milésimas nos carcomen el  pensamiento, nuestros sueños, que son la voz del ser, ese que está en lo más profundo de la existencia, pero que en momentos de alegría y estrecha amistad parece estar más afuera que adentro, más en la mirada que en el fondo, más arriba que abajo. Sueño con   momentos infinitos donde el tiempo no es juez. Amistades que se alargan con las palabras, con el vino y los relatos, donde se entremezclan  raciocinios y risas, donde la guitarra detiene el tiempo y acelera los latidos. Es en estos momentos donde nos hacemos íntegros,   transparentes e inquebrantables. Sueño por medio de estas palabras, por medio de estas líneas entintadas  que una a una me transportan a un espacio en el que soy leve, supremo, y el  tiempo pasa de largo, pues gracias a las tinta,  por un momento, invisible soy a estúpidos caprichos y banalidades.

 Sebastián Beltrán Ospino

De la Vida y el Hombre.


(II)
QUIJOTES OBSTINADOS.
Las circunstancias de la vida se entrometen en los deseos y anhelos de los hombres. La tarea máxima reside en el carácter de desenvolvimiento  ante adversidades inconstantes e impredecibles.  Dicha labor requiere de ideas fuertes y espíritus férreos ante las dudas vacilantes, que se convierten en las trampas persistentes.  Piedras en el camino que cuestionan al hombre día a día, problema a problema.   La dubitación simboliza el acto etéreo  de catalogar a los hombres  entre valientes y débiles,  imprescindibles  e inconstantes, quijotes  y fútiles. La duda es piedra y camino que exige a los hombres a emprender una vida de batalladores  o de simples  desertores que deambulan  por los empinados y siempre curvados caminos. Este mundo requiere de hombres imprescindibles, de quijotes incansables y  obstinados  dispuestos a ser minoría en una tierra cada vez menos nuestra, donde los trayectos son mayores. Las  ideas serán nuestra  montura, convicciones eternamente galopantes  que no cederán ante las inconstantes e impredecibles adversidades.

Sebastián Beltrán Ospino

De la Vida y el Hombre.


(I)
LA BATALLA DEL SER.
La inconformidad insípida que humedece mis labios, que reviste  mi espíritu y perturba mi pensamiento, Trastoca mis ideas al límite, alterando mi mundo, mi fondo profundo, el reino oculto de mis ideas,  el orden de mis palabras y la fuerza de mis credos. Tal pasión inanimada que golpea mi pecho, resuena en el tenue eco  que la soledad de mi reino engendra.
En mi fondo profundo, El eco se apodera de mi ego, mi ego perturbado se retuerce con  los sonidos del eco que retumba en todo mí ser,  entre lágrimas, arena y fluidos, que mi desesperación y miedo generan, mi ego desesperadamente se revuelca. Sin piedad El “boom boom” de los tambores yuxtapone sucesos que a mi alma cuestionan y entristecen, sucesos a los que mi espíritu siempre optimista da la espalda, para que lo látigos del recuerdo no marquen ni cicatricen mi corazón, con la culpa que el fondo de mi reino  acalla,  gracias a la miserable ayuda del tiempo.
Todo mi cuerpo es ahora un campo de batalla.  Tristezas gozan con la escena que mi ser experimenta,  perfiles criminales ensangrentados que mi cuerpo en días pasados, en meses largos y en años ya olvidados, tomaba como propios, hoy corren libres por el fondo profundo. Esta  batalla es frívola; yo contra mi otro yo, un cuerpo a cuerpo en mi propio cuerpo. Mis ojos son testigos de una polarización entre mis ideas y mi espíritu, cada uno de mis órganos, de mis músculos, todo mí ser, toma posición frente a este duelo.
Un arsenal de recuerdos se posan sobre el frio desierto de mi fondo profundo, antes virgen y oculto, es ahora un coliseo, repleto de espectadores: sesos, viseras, corazón, hígado, pulmones y   riñones, sueños y  deseos, pasado, presente y no-futuro hacen parte del circo que al son del “boom boom” se exacerba pidiendo a gritos que en la batalla mueran las ideas de este alterado ser.
Ya En el mundo exterior, Toco mis bolsillos en medio del desespero y la incapacidad. Con el poco dominio que ahora tengo sobre mí ser, logro sentir algo  dentro de ellos, haciendo un gran esfuerzo encuentro un papel. El sudor de mis manos evidencia mi temor, que es tan grande que lo humedezco ligeramente  y en él la tinta, esa tinta de mi tinta, sangre de mi sangre, se esparce  poco a poco como el temor dentro de mí ser. Es una invitación, desde el fondo de mi reino, mi fondo profundo. He sido invitado para ser el espectador de una batalla que enfrentará a lo mejor o lo peor de mí. Eso ya no lo decido.
Todo mi ser se ha volcado a este espectáculo,  que tiene por protagonistas a mis ideas y a mi espíritu. Pero ninguno de los espectadores presentes en el coliseo  parece tener la capacidad de comprender que nada somos sin la una ni la otra, Que si esta batalla continua, al final de esta escena seremos el mármol que se saca de la cantera y que nunca pudo esculpirse.

Sebastián Beltrán Ospino

Somnolencia



Todas las situaciones que han venido sucediendo en la vida pública de nuestro país, me tienen  molesto  y decepcionado. Como Politólogo inquieto y apasionado que cree en el cambio y en la transformación de los actos públicos de un país, me siento y  veo nuestra situación política y social y debo reconocer que me siento frustrado  como profesional, y peor aún, distante  y pasivo como integrante de una sociedad que parece estar totalmente adormecida y rendida a un sistema que día a día toma las decisiones más equivocadas e injustas.
La misión que queda por delante para todos, no es otra, sino la de indagar y analizar las causalidades, hasta el punto de llegar a construir argumentos sólidos y contundentes que permitan elaborar un nuevo entramado político-social dentro de nuestra sociedad.
El simple hecho, de que ahora, nuestra sociedad se detenga un minuto a pensar si lo que está sucediendo es justo o injusto, es un paso gigantesco, aunque lógicamente necesario, para todo tipo de hombre, en cualquier tipo de sociedad. Las movilizaciones estudiantiles, los gritos de indignación y olvido, han traído de nuevo, al ambiente social, aires de cuestionamiento, lucha y toma de posiciones frente al accionar político-estatal. El individuo comienza a tomar partida, en estado colectivo, en las decisiones que atañen al porvenir de toda una comunidad.